Poliestireno reciclado es capaz de convertirse en realidad por las dos diferentes formas eficientes.
La densificación puede realizarse con calor (densificación térmica), o sin calor (compactación en frío).
La compactación en frío implica el aplastamiento y maquina de poliestireno expandido. Los materiales compactados se extruyen en un sólido 'registro'. El tronco se corta a la longitud para caber en un pellet. Es habitual que el EPS compactado se almacene en el sitio hasta que se disponga de 5 a 20 tonos métricos, ya que esto hace que el transporte y la distribución sean más rentables. Cuanto más densamente compactado sea el EPS, mejor será, ya que un peso mayor de EPS se puede cargar para el transporte y un precio más alto por tono puede ser pagado por el reciclador. La compactación en frío puede reducir el volumen de EPS hasta un cuadragésimo del original.
La densificación térmica implica romper y derretir EPS dentro de una cámara de temperatura controlada. La temperatura se controla para permitir que el EPS se derrita sin quemarse. Esto colapsa las células expandidas de espuma, permitiendo que luego se recicla en otros productos. Se pueden conseguir relaciones de compactación más altas (hasta una reducción del volumen del 95%) usando el método de fusión que implica calentar el polistreno expandido a una temperatura muy alta para comprimir el producto.
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